Jueves 28 de Marzo de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

ENTRE PAPELES

Pedro Cervantes Roque | 21/05/2016 | 01:16

La transmisión de “memes” por las redes sociales constituye un fenómeno de comunicación importante pero desconocido en sus dimensiones, en sus características y en sus objetivos. Sirven lo mismo para agredir, criticar, censurar, burlarse, vituperar, divertirse, que para elogiar, ponderar, respaldar y destacar virtudes.
¿Quién los hace?
Bueno, debo decir que el ingenio de sus creadores tiene el respaldo del ocio. Eventualmente la motivación de la envidia, la ira o el deseo de venganza del autor –o autores- que pueden atender sus sentimientos con el proyectil de la palabra hiriente… o lisonjera.
Los autores de los “memes” viven al acecho.
Esperan la idea. Escogen la frase, ilustran el mensaje y disponen su lanzamiento en las redes desde sitios casi siempre anónimos y casi siempre desde el silencio de una noche de inspiración maldosa.
Nadie escapa a un “meme” cuando su posición atrae el comentario –en favor o en contra- por su actividad cotidiana. El presidente Peña Nieto, el gobernador Carreras López y un larguísimo etcétera, podría darnos la talla del personaje. No cualquiera figura entre los “memes” con mayor distribución en las redes.
El “meme” es en la internet lo que fue el chascarrillo en la conseja popular de hasta hace pocos años. El chascarrillo fue pan de cada día en las mesas de café, en tertulias semanales entre compañeros, amigos o entre señoras de vida social dinámica.
El “meme” equivale también al piropo cuando tiene el sentido y el sabor de los viciosos del amor de aquellos viejos practicantes que no encontraron mejor forma de expresar su sentimiento a la doncella admirada y admirable.
El “meme” no resuelve nada. No aporta algo más que buen humor aun en los casos en que su esencia es amarga y vengativa. Pero apacigua el carácter agresivo de sus autores, o los deja llenos de remordimientos por no tener el valor de hablar de frente, por temor a que les rompan la boca. Sea pues.

Diputados exigentes, legisladores incumplidos
Nunca encontrará una respuesta precisa y suficiente la interrogante siguiente: ¿qué es un diputado?
Ni la definición constitucional ni las teorías histórico-políticas sobre el poder legislativo son suficientes para dejar clara la esencia de los diputados –sean a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, sean al Congreso del Estado- porque el tiempo y las circunstancias les convierten en hacedores de leyes, en abogados de causas difíciles y menesterosas, en ejemplos de prosperidad repentina, en arbitrarios e insolentes ciudadanos tocados por el “dedo” de Dios.
Todo esto viene a cuento porque un diputado conocido por su “alias” de “Chilillo” lanzó estridente exigencia al rector de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí por la falta de aplicación a un fondo etiquetado para “becas” que asciende a 20 millones de pesos. Una respuesta sencilla debió ser: “¡Eso a usted qué le importa!”
Ninguna autonomía es tal si empezamos a meter cuchara en olla prohibida.
Cuando el gobernador Rafael Nieto concedió la autonomía a la hoy UASLP, lo hizo de fondo pero no de forma. El dinero para la Universidad siguió siendo parte del presupuesto gubernamental hasta que llegó el general Gonzalo N. Santos, quien sin pensarlo mucho dijo: “¡denles su dinero y ellos sabrán!”. Concretó la autonomía veinte años después de su aprobación por el gobierno –incluido, claro, el Poder Legislativo-. Esto no es invento mío. Lo menciona el historiador y sacerdote Rafael Montejano y Aguiñaga en publicación especial sobre la autonomía universitaria potosina.
Una exigencia con ribetes de escándalo me parece no solamente una insolencia sino una desvergüenza. Hace unas semanas los medios de comunicación dieron cuenta de la ansiosa propuesta de distribución de alrededor de 6 millones de tepalcates que no encontraban todavía acomodo en las carteras, valijas o portafolios de los legisladores. El pretexto: ayuda social, lo que equivale a gastos de precampaña. Ahora, los voraces diputados exigen a la UASLP la aplicación del presupuesto de becas y nomás les faltó agregar: “en especial a nuestros simpatizantes en cada una de las escuelas y facultades”.

LA BORUCA

Toca al gobernador Juan Manuel Carreras López tener la casa presentable para cuando despeguen las actividades de dos de las más importantes armadoras automotrices que colocan a San Luis en el envidiable punto de atracción para otras 200 o 300 empresas que les surtirán de cuanta parte necesiten para sus autos… Mire usted, no tengo pleito alguno con Ricardo Gallardo Juárez, ni lo veo con ojos de envidia. Si le va bien al ayuntamiento nos va bien a todos. Pero hay cosas y casos en que nos quiere chamaquear. Dice –por boca de sus personeros- que lo del Festival de la Cantera fue patrocinado y eso le impide saber cuánto costo el festejo. No le creo… Alguien que se quiere ganar a pulso el pase a la siguiente ronda de elecciones es el ingeniero Gilberto Hernández Villafuerte, alcalde de Soledad. Supongamos que la tiene de a pechito en el segundo distrito electoral federal ¿quién cree que le hará mancuerna en la diputación local?... Mientras tanto, en el PAN, el senador Octavio Pedroza Gaitán bracea como nadador olímpico porque ya sabe que el grupo que le estorbó perdió aire y altura… ¡Callen esa boruca!... HASTA LA PRÓXIMA

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