Jueves 18 de Abril de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

CONTENIDO NETO.

Leopoldo Pacheco | Plano Informativo | 18/05/2016 | 09:25

Parafraseando otros trabajos periodísticos, en una ocasión recuerdo a Jesús Aguilar haciendo una encuesta en las calles de la ciudad, preguntando a una serie de ciudadanos diversos, ¿de qué color es San Luis Potosí?,  y más allá de que la respuesta a la pregunta pudieran tener la misma ambigüedad, me llamo la atención la respuesta que su momento dio el entonces gobernador de San Luis Potosí, Fernando Silva Nieto quien se encontró con el micrófono del joven Aguilar al paso por la plaza de Armas  en el centro histórico… Rosa dijo él, San Luis Potosí, es rosa, como su cantera no? Era 1997.

La metáfora del color de San Luis Potosí, sin duda queda rebasada por una realidad, en donde San Luis Potosí, es mucho más que el color del piso y de los edificios que visitamos u ocupamos en el Centro histórico, San Luis Potosí, es un crisol o un caleidoscopio, a lo largo y ancho de las arterias viales que lo atraviesan, San Luis , tiene un color y una forma distinta, para el que es peatón, como para aquel que viaja en motocicleta, en bicicleta en patineta, en transporte urbano, en automóvil, cualquiera que sea la óptica de la ciudad, San Luis Potosí, es capaz de sacarnos suspiros pero también puede sacarnos amargas lágrimas de los ojos.

San Luis Potosí, es una entidad, que nos dice mucho por si misma en su arquitectura, en su historia, en sus tradiciones en sus colores y olores a lo largo del año, de su gente de sus generaciones, una ciudad, que en comparación de otras muchas que hay en el centro de la república,  en ese famosos corredor de ciudades coloniales, a pesar de haber sido incluso sede del poder ejecutivo federal, hogar del Virrey Calleja en tiempos de la nueva España, se quedó al margen del desarrollo de otros vecinos, con el mismo auge y antigüedad, que sin embargo por circunstancias de tipo político y social, no enfrentaron situaciones similares que los fueran dejando atrás, en el avance y el rescate de sus propias calles.

Actualmente de San Luis Potosí, se dijo al inicio de la administración del presidente de la república Enrique Peña Nieto como un compromiso del entonces recién jefe del ejecutivo federal, que El centro histórico de San Luis sería rescatado, remodelado y embellecido, se nombró un consejo el cual encabeza el ex gobernador Horacio Sánchez Unzueta, del cual se habla mucho porque hace muy poco, a fin de echar manos a la obra y embellecer  el primer cuadro de esta capital. De entonces a la fecha vimos maquetas, hubo ceremonias y  reuniones, pero la única obra que hasta el momento ha sido verdaderamente parte de este proyecto de rehabilitación y embellecimiento es la avenida Álvaro Obregón, que no ha visto la suya todavía, como dicen por ahí… y es entonces donde surge la pregunta si como esta avenida, Álvaro Obregón que estuvo llena de inconsistencias, que trajeron como consecuencia un atrasó terrible que hizo quebrar comercios o a mudarlos a otro lado en el centro histórico, ¿será esta la misma historia en el resto de las obras que aún falta por realizar para lograr el tan soñado embellecimiento?  De ser así a lo mejor amigos ustedes, podrían estar de acuerdo en decir, que mejor lo dejen así  “feíto y viejito” pero no en obra negra, porque tras meses de no tener la cantera suficiente para completar la obra en Álvaro Obregón, los pretextos se acabaron, aquellos argumentos “tan sobados” como el hallazgo de vestigios prehispánicos o coloniales, que hacían que por ejemplo se detuvieran las obras en la Alameda Juan Sarabia, y a que a la fecha aún tiene muchas partes incompletas.

Haga usted de cuenta que cada sexenio o trienio municipal, se trataba de un matrimonio, entre el poder y la ciudadanía, en donde el  gobernante prometía a su mujer hacerle o arreglarle el lavadero, para quedar bien con ella, le compró material, herramienta, y se puso hacerle al artista de albañilería para que al final ni siquiera quedara más que un agujero en el piso, y el escombro y cemento arrinconado… Mejor no me hubieras hecho nada, y se veía mejor.

Las obras del centro histórico, no deben ser, aunque así pase, parte del botín político de cada administración para que se diga que si trabajan, o que en un momento dado, les pueda traer beneficios electorales, porque como van las cosas, tal vez la factura sí la pasen los ciudadanos a los candidatos y a sus partidos por lo que hoy tenemos como centro histórico.

La prueba de fuego que debemos destacar fue superada, fue la de la flamante avenida Universidad, con la que se estrenó la administración de Ricardo Gallardo Juárez, y que hasta hace poco se había reportado tener algunas fisuras en su construcción, que  en un hecho que llama mucho la atención porque se ha visto pocas veces, la empresa constructora cumplió con la garantía de reparación inmediata, aunque usted no lo crea!!!  Antes como las obras se licitaban entre compadres y parientes, no había a quien reclamarle nada. Y además muchos nos dimos el tiempo de monitorear como estaba esta calle el domingo pasado que cayo descomunal chubasco sobre la ciudad, y saber si se habría inundado como siempre, fíjese que no… se vale reconocerlo.

Ahora que apenas a la autoridad del gobierno del estado se le permitirá supervisar directamente las obras de la avenida Álvaro Obregón, no queda más que esperar a que el gobierno federal cumpla su palabra, y el centro histórico no sea un sueño guajiro.