Miércoles 24 de Abril de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

Espacio de reflexión

Jaime Chalita Zarur | 16/05/2016 | 12:10

La distinción ciudadana que había ganado San Luis Potosí, en los inicios de lo 90, con grandes luchas por la democracia en nuestro Estado, con personajes, múltiples de ellos, de suma importancia pero, aclarando que no sólo los liderazgos visible y, notorios que todos sabemos, fueron quienes protagonizaron y, ganado  estas luchas civiles, ya que también el pueblo, ese conjunto de seres humanos sumados en uno,  lo hicieron posible, pues nadie es nada sin los demás y, por más líderes que tengamos congruentes y honestos, si no tienen la legitimidad de su gente, de nada sirven.

Este pueblo, volcado en reclamos frente al abuso del poder y sus formas de ejercerlo,  en total confrontación a una sociedad llena de hartazgo y de injusticia, reflejada, como ahora, pero en aumento, en la desigualdad de oportunidades y repartición  de la riqueza Nacional, fundamentalmente y que, veía cada tres o seis años enriquecerse a nuevas personas, todos políticos, se alzó en rebeldía. Así se tubo la osadía, si, bajo estos liderazgos que comento, de organizarse y reclamar. Un conjunto social, cuantitativamente y cualitativamente diferente a la de hoy; aquel, dirigido al fondo y forma, del abuso y sin descuidar ningún aspecto, dentro de lo formal y alejado del daño que ocasiona, casi siempre, el pragmatismo limitado a unos cuantos caracteres y escondiendo la idea completa.

Había un compromiso con el beneficio de la mayoría de la población, se buscaba el bien común, esta intención, ahora en detrimento social, cada vez más apocada, en razón de los intereses, ya no sólo de ideas perversas y colores, también de la falta de apego a nuestra Nación, es decir, se traiciona el verdadero sentimiento de ser mexicano,  por la mezquindad del dinero y el poder ajenos, con claros visos populistas y paternalista  de esclavitud para lograrlo y, en contra de la cultura de aprender a trabajar y tener buena remuneración por ello así, se construye o, continua una nueva forma de esclavitud humana, la de la limosna oficial.

El decoro, la educación, la preparación, la capacitación y, capacidad, la honestidad, el respeto, la congruencia, la humildad, si es que algún día la hubo, la probidad, la solidaridad, el interés por los representados, la rendición de cuantas y cuantos principios más se han dejado a un lado y desde luego intercambiados por la soberbia y, la opacidad frente a nuestro pueblo potosino, con una actitud de "soy" más que los otros por tener representación popular, es la misma que se abandona cobardemente, frente a entrevistadores nacionales y, postrados como corderos a punto de morir, aceptan sin condición todo lo que se les espeta en su cara, como el caso de Sergio Desfasiux, sin poder sostener lo imputado en su contra, pero que no se trate de estar en propia tierra porque la prepotencia y el odio en contra de, revivir todo lo que sus representados piensan y sienten de sus representantes, los indigna y enfurece, propiciando insultos aún a costa de ir en contra de las instituciones. Vergüenza ajena es lo que da.

No importa que las cuentas públicas, que las participaciones de Estado y municipios no sean claras, no importa que la marginación y la pobreza nos falgele, no importa que el hambre azoten a nuestra gente, no importa que los estudiantes no obtengan el dinero comprometido para seguir estudiando, no importa la pérdida de vidas a cargo no sólo de la violencia, también de los excesos, nos haga sufrir, no importa actos populistas y paternalistas fuera de una realidad propia, no importa lo que se hagan con nuestro Estado, con nuestra Ciudad, no importa que en el nacimiento de un acto ilícito de invasión se resuelva con recursos de todos, es decir, él mensajes es: infringe la ley pues con dinero se arregla lo demás, no importa que la BMW suspenda trabajos, después de todo lo que les hemos dado y se pierda, no importa el pésimo ejemplo de San Luis Potosí que, nacionalmente estamos dando, en comportamiento o, en leyes apocalípticas contra el derecho de expresión, y que tarde o temprano, si ya estamos pagando la factura, esta será mucho más cara. Finalmente lo importante será para la clase política que quiere seguir mandando, las próximas elecciones y, con ello, vivir de lo que ensucia la vida social.

Finalmente, no creo equivocar el rumbo, existe indignación en nuestra población por todo lo que no importa y que los esfuerzos de quienes son políticos, está ahora en actos de proselitismo y propaganda adelantad para poder seguir viviendo del dinero público y lograr el puesto que sigue, eso es lo que les importa.

Decía John Gabin, ex embajador de los Estados Unidos en México, "los mexicanos tienen la piel muy sensible" si, pero, solo para no ser tocados en sus desfachateces.

No se trata del desprestigio auto asigando, por cierto, de las personas, se trata de la llamada y, a destiempo, aún cuándo muchas personas lo han hecho, sin éxito, hay que corregir el camino, la sociedad urge a que se haga y bien, el trabajo de servir.

Dejar atrás agravios, es pertinente, no buscar a secretarios o funcionarios, calificados con lenguaje de carretonero, que conocemos, como lo ha solicitado otro legislador; parece que las malas costumbres se contagian, pero en boca de un representantes público toma otra dimensión y, es un insulto oficial. A Él, a sus colegas y, copartícipes en la función pública, tienen y, deben cambiar, desde luego, ejercer respeto por sus representados y, lo más importantes, así, habría que dar vuelta a la hoja para que cada quien cumpla con su deber. El reto mayúsculo es, recuperar nuestro prestigio de Estado progresista y productivo. 


jaimechalita@yahoo.com
@jaimechalita