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Miguel Ángel Guerrero | 07/05/2016 | 15:32

No debería sorprender a los potosinos las grandes molestias y severos daños económicos provocados por las interminables tardanzas en la conclusión de obras de regulares dimensiones dentro de la mancha urbana que al no terminarse en el trienio o sexenio en que se iniciaron se convierten en herencias malditas para la administración siguiente que de encargarse de continuarlas y darles fin de lo que hay varios ejemplo paradigmáticos en la ciudad.
 
Evidentemente, el caso más reciente de esas maldiciones heredadas lo constituyen las obras de regeneración y rehabilitación de la calle Álvaro Obregón iniciadas desde el año pasado cuando todavía gobernaba el estado el galeno Fernando Toranzo Fernández que se contemplaba concluir a fines del 2015, cosa que, obviamente, no ocurrió por lo que se heredaron al gobierno  que lo relevó encabezado por Juan Manuel Carreras López al que le ha tocado lidiar con los legítimos reclamos provocados por la irritación social fermentada por la tardanza en acabarlas y el grave daño económico sufrido por decenas de negocios de la zona, además de tener que subirse al ring con Fonatur encargada de la ejecución de los trabajos para lo que le falta capacidad, como está a la vista.
 
Sin duda, otra herencia maldita de ese tipo fueron los trabajos de pavimentación y rehabilitación de la avenida Pedro Moreno que con bombo y platillos inició la ex alcaldesa Victoria Labastida Aguirre.
 
Como la gente del rumbo lo tiene bien presente los trabajos fueron retrasándose alarmantemente al grado de prácticamente encajonar la zona comercial ubicada entre la curva y las vías impidiendo el paso de la clientela dando lugar a que más de un centenar de negocios quebraran obligándolos a cerrar, a lo que la administración de Mario García Valdez a quien después de dos años de tardanza labastidista le tocó entrarle al toro y terminarla además de integrar un fondo económico para el apoyo de los dueños de negocios afectados.
 
Otra obra también de origen labastidista causante de innumerables molestias a la gente y de la quiebra de negocios de varios rubros lo fue la remodelación de la alameda que MGV tuvo que recibir como herencia maldita y que por problemas técnicos y financieros hasta la fecha exhibe detallas que faltan por terminar por la calle Othón donde la acumulación de tierra y escombro propició que germinaran sandías, lo que igualmente podría decirse de la ampliación de la avenida Muñoz cuya ejecución tardó dos años más de lo programado lo que inevitablemente vino a llevar a la quiebra a decenas de negocios grandes y pequeños de tal forma que generó un fuerte movimiento se protesta de los vecinos del área al grado de echar a perder el festejo de inauguración el 2015 en que se inauguró pues hasta los escoltas del entonces gobernador Fernando Toranzo tuvieron que detener a los inconformes que pretendían echarle en cara los perjuicios ocasionados por esa obra a su patrimonio por el retraso en concluirla misma que, como la de la alameda, aún muestra fallas en alcantarillas y vialidades.
 
Para cerrar este repaso sobre las malditas herencias de obras puede recordarse la interminable realización de la rehabilitación de avenida Universidad que iniciada por Labastida y continuada por Mario García vino a rebotar hasta la administración de Ricardo Juárez después de ocasiona múltiples cierres de negocios y una gran irritación ciudadana por su interminable prolongación del plazo de terminación.
 
Ahora es de hacer notar que la de Universidad es quizá la única donde los constructores responsables de la tardanza de alguna manera fueron sancionados pues RGJ ordenó que les hicieran efectivas las fianzas depositadas por algo así como cuatro millones de pesos pero, a los del resto la tardanza les hizo lo que el viento a Juárez pero que bien ayuda a entender cómo normalmente los promotores o iniciadores de las obras quedan fuera del reclamo social y de las sanciones contempladas por la normatividad aunque las administraciones herederas sean las que paguen los platos rotos en términos de costo político o de imagen, como le está pasando a Carreras con la obra de Obregón que Toranzo la arrancó en mayo del año anterior de la que se zafó al no terminarse en diciembre del 2015 y heredársela a Carreras como se lo propuso desde que tuvo noticias de que se realizaría quien ahora batalla con Fonatur para darle celeridad mientras aquel tranquilamente pesca en el puerto de Manzanillo tripulando su lujoso yate.
 
CABOS SUELTOS
 
En el juzgado segundo de distrito está a punto de ser resuelto el famoso caso de acoso sexual denunciado por una quincuagenaria empleada del seduvop contra un jefe de un área distinta a la suya  que apoyó con pruebas como tarjetas de saludos como las que normalmente se hacen llegar cuando se envían ramos de flores…