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Día- Crítico

Melissa Trejo | 07/04/2016 | 16:51

Vivimos en tiempos difíciles, crisis políticas, económicas, de seguridad, sociales, y también, emocionales. Nuestro mundo es raro, rápido, cambiante e inestable... Todo es cada día más difícil en nuestros días, escasea el trabajo, el dinero, el tiempo, pero también escasea, de muchas maneras, el amor.

 

Casi todos, si no es que todos, hemos pasado por ahí, miro alrededor y veo gran cantidad de corazones rotos. Parece que fue ayer que todo era amor y felicidad, hablábamos de planes, de compromisos, de la gran cantidad de fiestas y reuniones, de vacaciones y de amistades, de recuerdos y de ilusiones ¿y ahora? nada...

 

Definitivamente se siente como si hubiera sido ayer, todo era besos, abrazos, sonrisas, "te amos", ¿un día después? llamadas y mensajes raros. Finalmente un "me voy", de lejos, a la distancia, sin mirar a la cara, ¿por qué? no sé, miedo a compartir, a ceder, a dar, a comprometer tal vez...

 

La historia se repite una y otra vez, todos seguimos preguntando por qué, y no lo relacionamos con el hecho de estar inmersos en este mundito de individualismo, de necesidades vanas, de deseo de gratificación instantánea y de todas esas cosas que se contraponen al amor.  Eso, y la paranoia eterna que nos hace creer que debemos protegernos de los otros porque pueden hacer daño, que debemos evitar sentir profundamente porque podemos perderlo todo y acabar huecos, vacíos, rotos.

 

Las personas se hunden, viviendo una existencia medianamente satisfactoria llena de momentos miserables con tal de no arriesgarse, o simplemente para no tener que pensar en alguien más antes que en sí mismos. Tratar de ocultar la realidad, de no sentir la soledad cultivando relaciones de ocasión es lo que se usa en nuestros días.

 

"¿Cómo puede ser posible que alguien prefiera algo de un rato que una conexión profunda y real con otra persona?" He planteado esta pregunta tantas veces que he perdido la cuenta, y las respuestas generalmente caen en lo mismo, justificaciones, miedos, preocupaciones: "no puedo, no quiero compartir", "tengo miedo", "no estoy listo", "nunca voy a estar listo", ¿qué nos dice eso? Les tengo una sorpresa:  todos tenemos miedo.

 

Pero el problema es mucho mayor que eso, tenemos una situación de verdadero conflicto en la manera en que nos relacionamos en nuestros tiempos, pues cada vez crece más el número de personas que evita construir relaciones, gente, que en palabras de mis amigos, es a la que les "han salido con sus jaladas" y ahora tienen miedo, se sienten rotos y han perdido la confianza.

 

Gente a la que les han vendido la idea del felices para siempre y cuando llega el momento en que las cosas se enserian, alguien sale corriendo dejándolos a medio camino de un plan de vida que ni siquiera habrían considerado en un principio y que hace que terminen optando por convertirse precisamente en esa clase de personas que les hicieron daño, esas que no quieren nada en serio con nadie.

 

Parece el cuento de nunca acabar y después surgen más teorías: "No será que tú le tienes miedo al compromiso y entonces atraes a personas que le tienen miedo al compromiso", "Tal vez es cuestión de género,  de cultura, o de educación". Sí, de verdad creo que todas estas cosas tienen mucho que ver.

 

Para empezar nuestra actualidad no podría ser más ambigua en ese sentido, a las mujeres de ahora se nos enseña que debemos ser fuertes, autosuficientes, valientes y competitivas, entre otras cosas, por otra parte a los hombres de todas las épocas se les ha enseñado exactamente lo mismo...

 

Las características antes mencionadas me parecen algo perfectamente positivo tanto para hombres como para mujeres, el problema entra cuando hablamos de sentimientos, para muchos de los hombres mostrar sus sentimientos es signo de debilidad y también lo es cada vez más para las mujeres. Imagínense entonces el escenario en el que nos encontramos con dos seres humanos que no pueden proyectar más que fuerza y poder y que jamás pueden permitirse mostrar lo que sienten, ¿ven a lo que me refiero?

 

En algunos estudios y artículos llaman a este fenómeno "infertilidad emocional" y se refiere principalmente a la incapacidad, que más que otra cosa es una elección, de mostrar abiertamente sentimientos y construir relaciones afectuosas profundas y comprometidas, de abrir la puerta a relaciones reales, aparentemente en la mayoría de los casos esto se presenta a causa de relaciones fallidas y decepciones amorosas.

 

Pero lo peor de todo es que no solo influye lo mal o bien que nos haya ido, sino que también entran en juego muchas otras cuestiones culturales propias de la manera en que se educa a hombres y mujeres en lo referente al amor, pero sobre todo al compromiso. Platicando con mis amigos sobre todo esto caímos en cuenta de que el miedo al compromiso no es lo único que dificulta las cosas, sino también la concepción de lo que significa ese compromiso.

 

Para algunos hombres aún aplica la idea de que es correcto, e incluso deseable, tener una relación formal con alguien que te ame, te cuide, te entienda y te apoye, y al mismo tiempo mantener una que otra relación alterna que "les evite caer en aburrimiento", eso que vulgarmente se expresa como "tener una catedral y varias capillitas". Esto obviamente tiene su origen en los más arcaicos preceptos de lo que significa ser "un hombre en toda la extensión de la palabra".

 

Machismo, feminismos mal entendido, mala educación, malas relaciones y malas mañas entre otras cosas han venido a complicarnos la vida amorosa y a ponernos en riesgo de convertirnos en una especie de robots que no pueden o no quieren sentir. Como ya lo he dicho antes, biológica, mental, física y emocionalmente estamos construidos para sentir, para abrazar, para compartir y para amar, está en nuestro ADN...

 

A lo mejor uno de estos días perdemos el miedo, o maduramos lo suficiente como aprender que ceder ante un sentimiento no es lo peor  que nos puede pasar, que comprometernos un poquito no nos va a hacer menos nosotros y que poner una que otra vez los sentimientos de otra persona no nos va a matar... Esperemos que así sea pues sino en un futuro, y como dicen por ahí los memes de maneras más graciosas, vamos a acabar tratando de besar nuestro ego y abrazando nuestro orgullo...

 

Twitter: @MelCTrejo