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Al tiempo de que se supone se ha hecho un trabajo consensado en los diferentes sectores de la sociedad potosina, el próximo jueves, sabremos a detalle, los alcances del Plan Estatal de Desarrollo de la administración estatal que encabeza, Juan Manuel Carreras López en San Luis Potosí.

Pero para que sirve hacer un plan? Es una lista de propósitos?  de objetivos y metas?  O es tan solo una lista de buenos deseos, o de anhelos?

Dicho plan, también ahora abreviado como PED entre la clase gubernamental y política refiere a ser  el documento que integra la ordenación racional y sistemática de las acciones de las diversas instancias de Gobierno con la participación de los sectores social y privado, a fin de transformar la realidad socioeconómica de la entidad, y elevar la calidad de la vida de su población.
El Plan Estatal de Desarrollo sintetiza las preocupaciones y las propuestas de la ciudadanía, recabadas en una consulta, y debe contener la visión estratégica de los representantes de organizaciones sociales y empresariales, y de instituciones académicas, así como de autoridades y servidores públicos de los tres órdenes de gobierno y de los Poderes Legislativo y Judicial.
¿Para qué sirve?
Es un instrumento básico que sirve para guiar la acción pública durante los seis años de duración de la administración, porque en él se establecen esencialmente los ejes rectores del desarrollo y las estrategias y proyectos que se habrán de emprender en la administración, con la participación de los ciudadanos y las organizaciones de la sociedad. Asimismo contiene los propósitos y compromisos fundamentales para alcanzar el desarrollo y el bienestar de la entidad.

En la historia de San Luis Potosí, aunque muchos gobiernos lo afirmen, no siempre han  llegado a buen puerto estos planes, porque no obstante que se busca que sean creados de forma democrática, en los momentos coyunturales, muchas de las acciones de gobierno se realizan por necesidad, o circunstancialmente, sin que ello necesariamente responda a una consulta democrática.

Sin embargo debe reconocerse que avanzar sin tener este tipo de guía se convierte más un trabajo de improvisación administrativa, que difícilmente puede tener éxito hoy en día ante las condicionantes que se establecen para la transparencia de las acciones de gobierno, más que nada, porque se sabe que la factura para una administración omisa o “sigilosa” se refleja necesariamente en las urnas electorales, de ahí que cada vez se tenga más cuidado, en las acciones que habrán de realizarse para que sean las más acertadas, y con las consecuencias políticas deseables a fin de consolidar un plan de gobierno, que trascienda su propia administración.

No obstante los retos, sobre todo de tipo económico que habrá de sortear la próxima administración estatal, que tendrán que perfilar sin duda, muchos de sus planteamientos, goza de la legitimidad de haber sido producto de una consulta ciudadana hecha prácticamente en la calle, y de haber tenido la participación activa también de los legisladores del Congreso del Estado; lo cual tampoco debe ser tomado como una garantía de éxito, pues sobre el camino, pueden surgir muchas circunstancias, que obliguen a una administración a dar “ golpes de timón” ante una tormenta, pero sin duda, siempre será pero navegar sin contar con una brújula.

Analistas, que se han tomado el tiempo en reflexionar sobre el tema, acerca del futuro de San Luís Potosí, mencionan que a pesar de todo, de planes y proyectos políticos, no existe hoy en día una visión a  largo plazo de la entidad potosina, una visión que trascienda administraciones, una visión al margen de egos o trivialidades de orden político, donde no corte la continuidad de proyectos por ser de origen contrario al partido que ostenta el poder, nadie es capaz de imaginar sobre una base concreta un san Luis Potosí,  de 20 a cien años, porque la visión cada vez que la hay, solamente dura 6.

Las estimaciones futuras de población por citar solo un factor,  son necesarias para conocer cuál será la demanda de servicios, en materia de salud, educación, empleo, vivienda y de otros servicios sociales, para asignar recursos, definir y aplicar planes o programas de desarrollo. Además, permiten anticipar situaciones de riesgo y aprovechar las ventajas del cambio en la estructura poblacional, mismas que deben estar consideradas en el diseño de políticas, planes y programas que orientarán el desarrollo de cada entidad federativa y sus municipios.

Todo esto y mucho más debe ser ya parte de una visión integral que vaya más allá de buenos deseos y se convierta en un puerto de realidades. Buen viaje y feliz arribo San Luis Potosí..!  así sea.