Viernes 26 de Abril de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

ESPACIO DE REFLEXIÓN

Jaime Chalita Zarur | 28/03/2016 | 13:58

La ausencia de civismo, no sólo como materia fundamental en la curricular de nuestros educandos, hubiese podido ser una gran ayuda en nuestro comportamiento como ciudadanos y, verdaderamente amantes de la pertenencia al País que nos permite vivir en su continente, compartiendo en conciencia lo que es de todos y cuidarlo. Que lejos estamos de eso.

En el correr de los días contemporáneos, se empeora nuestra relación gregaria, ya que, parecemos enemigos quienes habitamos en un espacio común y es el lugar en donde convivimos y al que nos debemos, el mismo que, hemos dejado de contemplarlo así, y lo que es más, se ausenta el desamor,  por lo que es de todos y se deja a lo que es de nadie. 

Una multitud de seres humanos, que civilizadamente quiere convivir, se agrupa en colonias, ciudades y, estas conforman un rector vigilante del cumplimiento de los acuerdos que se han tomado en base a normas de conducta y así, formar lo que conocemos como Estado. Es necesario entonces que,  las personas estén UNIDAS y, es ahí donde está la importancia de haber aprendido civismo, para la defensa de lo común en su totalidad. (Gesamtheit). Esto claro, nos ubica en perseguir y conservar, lo que es de todos y, así hay que defenderlo, para luego no se diga trasnochadamente, por decir lo menos que, no es de nadie.

Por estos días, en los que celebramos, católicos y no, pero nos beneficiamos todos ello, los días de Semana Santa, se ha dado un parte aguas que habría que celebrar. La ciudadanía, a través de muchas voces valientes, ha buscado y, lo seguirá haciendo, la participación ciudadana en la administración pública, para estar seguros de que las desiciones que se toman sean en beneficio de la comunidad. Ricardo Gallardo Juarez, Presidente de San Luis Potosí, Municipio,  ha abierto  la puerta, para que ahora el gran problema que dejaron crecer otros, en referencia la comercio informal, sea controlado en la participación de ciudadanos interesados en el orden, la disciplina y, el cumplimento de la ley y, no sea más un bastión de clientes electorales en persecución de intereses partidistas y si, sea en cumplimiento la ley y, los reglamentos del bando de buen gobierno. 

Para que  una conglomerado constituya un Estado o, un Municipio, hace falta que se organice en una defensa de metas comunes y una AUTORIDAD, políticamente y socialmente con sentidos comunes. Los resultados serán, según la democracia, por supuesto, la auténtica, negada en este País. Actos ciudadanos como este, reviven lo más cercano a la democracia directa, ausente por el gran número de habitantes del Mundo y, ello mismo, forzado a la representación popular en su diferentes modalidades pero que, realizado así, en la convocatoria ciudadana y voluntad política de los gobernantes, el poder de la multitud mayoritaria, se convierte en un poder  auténtico, para control de quienes pidieron nuestra confianza y así, la fueron tracionando. 

Se  presenta  pues, una oportunidad, más allá de preferencias partidistas y, se genera la voluntad, para resolver un problema añejo, como es el comercio informal, en donde el Presidente Municipal, hace partícipe a los ciudadanos y organismos empresariales, para que, sean  autoridades, quienes administran la Ciudad y la sociedad, en conjunto, los actores de nuestro destino común. Desde luego acciones como estas, abonan a la transparencia, rendición de cuentas y, previenen, males futuros.

San Luis Potosí, ya no está lejos de nada. Hace 20 años se pensaba que los momentos de violencia, jamás nos alcanzarían pero, lo ha hecho ya. Ahora, en un mundo globalizado, nada está lejos y lo que sufren en la Unión Europea, lo podemos sufrir nosotros. Nadie lo desea, al menos los ciudadanos de a pie, como un servidor, pero en algunas ocaciones, parece que la  indolencia de algunos servidores públicos, lo buscan y fomentan, olvidando a quién deben su servicio.

En medio de tanto desorden y abandono del cumplimiento de la ley, hoy en la intención de retomarla y, dejar de estar en los primeros lugares de corrupción, se han recrudecido viejos agravios a la sociedad y, se han hecho nuevos. Todo va creando inconformidades en grupos de gente que, en su inmensa mayoría, ya más de la mitad de la población de nuestro País, están en pobreza y cuando él hambre aprieta, especialmente en los infantes que, los propios  padres ven sufrir, las acciones desesperadas, comienzan a tomar forma y se convierten en los agravios de ciudadanos comunes en contra de los mismos sin tener en cuanta que no son los culpables de las tragedias que vivimos, sino son aquellos que los han provocado desde el poder político. 

En la antesala de el reencuentro social y político, hacemos votos por su vigencia. 

 

jaimechalita@yahoo.com

@jaimechalita