Viernes 19 de Abril de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

PASARELA POLÍTICA

Filiberto Juárez Córdoba | 03/03/2016 | 20:58

Ni velas que no son tuyas, ni guardias que no te tocan. Refrán  popular

Parce que la gestión está sustituyendo a la lamentación. La práctica común al inicio de cada administración pública, sea estatal o municipal, era la de pasarse largo tiempo quejándose de que los antecesores habían dejado las arcas vacías y eso impedía que se cumpliera con las promesas de solucionar todos los problemas si el voto ciudadano les daba la oportunidad de llegar al poder.

Los lamentos eran tan recurrentes que la gente empezó a decir que en la práctica política había una forma exitosa, que pasaba de sexenio en sexenio o de trienio en trienio, según fuera el caso, y que se centraba en 3 sobres, que el saliente entregaba al gobernante entrante, con la advertencia de que el primero se abriera cuando se presentaran los primeros problemas fuertes en el primer tercio de su administración. Al llegar ese tiempo, el primer sobre era abierto, conteniendo una breve instrucción: “Échame a mí la culpa”. Con eso se sorteaba la crisis del primer tiempo. Entrando en el segundo tercio, al presentarse los infaltables conflictos, el segundo sobre daba la pauta para sortearlos: “haz cambios en tu gabinete”. Una vez que se superaba esa crisis, venía la tercera parte, en la recta final y al arreciar el golpeteo político y las confrontaciones, el tercer sobre sólo indicaba: “Prepara los tres sobres que debes entregar”.

Así sucedían las cosas y medianamente cada gobernador o alcalde iban saliendo del paso. Sucedió sin embargo, que llegó una época en que todo se volvió puro clamor doloroso y el tiempo de los gobernantes transcurría en un eterno quejido, “no puedo hacer nada porque me dejaron las arcas vacías”. Tan drástico era el asunto que cuando a alguien le preguntaron de los 3 famosos y míticos sobres que garantizaban la gobernabilidad, contestó en tono lastimero, “ni eso me dejaron, se llevaron todo”.

Así vimos que quienes en campaña se declaraban  supermanes capaces de resolver todo, ya gobernante se descaraban diciendo que no podían hacer nada por falta de recursos, pues el erario si acaso daba algo era para pagar sus muy modestos sueldos y algunos viáticos y gastos de representación.

Llama la atención ahora que el gobernador, Juan Manuel Carreras López, anuncie proyectos, inicie obras y entregue apoyos, producto de gestiones en las instancias federales, emprendiendo primero giras para tocar puertas y luego giras para aplicar los recursos así conseguidos, en vez de dedicarse a denunciar que no le dejaron nada y a justificar inacciones porque se tiene una deuda que no deja lugar para nada.

Hay proyectos ambiciosos y programas de beneficio social que se están trabajando, se habla de adeudos heredados pero también de negociaciones para salir de esos lastres. Se reconoce que hay recortes presupuestales pero también estrategias de ahorro del gasto y regulaciones en el manejo de los fondos que evitarán que lo prioritario se deje de atender.

Hay un gobierno que trabaja, entonces, apostándole a la creatividad y a las buenas relaciones y oficios para salvar compromisos y no a los lamentos para repartir culpas y justificar incapacidades. Eso es bueno y debe reconocerse aunque no falten los que piensen que es más divertida la confrontación y que la legitimación se da entreteniéndose en tratar de arreglar los desajustes o trapacerías del pasado, en lugar de construir con acciones positivas en el presente la tranquilad del futuro.  

Es bueno que tanto en la esfera estatal como en la mayoría de las esferas municipales la dinámica sea esa. Los gobernantes tienen que hacer lo que les corresponde a ellos, juzgar a los que los antecedieron es tarea de otras instancias. Puede ser que la animadversión contra algunos haga que haya presiones para que las actitudes de linchamiento afloren, pero en ese caso nadie debe olvidar que, con esas prácticas, los que ahora están en el poder, mañana estarán en la picota.

Al pueblo lo que le interesa son obras y servicios eficientes, un gobierno que construya y propicie la armonía social. Los rencores de los políticos, que son los que muchas veces impulsan las campañas de persecución, le tienen sin cuidado. Hay que esperar que Juan Manuel Carreras López siga por ese camino, que haga su labor concentrando esfuerzos en mirar al frente y no anclándose en confrontaciones con el pasado.  

 

adiestraysiniestra_3@hotmail.com

adiestraysiniestra@yahoo.com.mx