Rompe redes

La columna es un espacio libre de expresión y bajo esa lógica, pensando en que lo escrito en este espacio es total y mera responsabilidad del que lo escribe (o sea un servidor) he decidido teclear con el tema: "Preguntar y saber qué preguntar" ... sí, y es que dedicaré las líneas siguientes a mencionar la importancia en mostrarse selectivos (y respetuosos al mismo tiempo) en saber hasta dónde se puede aventar uno al vacío y caer con los dos pies y manos extendidas al mero estilo de un gimnasta olímpico o bien aventarse un mortal con dos y medio giros y darse en toda la... en fin.

Y es que si como periodista criticó y levanto la voz con argumentos necesarios para generar un buen ambiente de debate en diversos temas, sociales, religiosos, gastronómicos y pamboleros, es momento de criticar también a los de "mi especie" o en otras palabras a los de mi gremio (me froto las manos y me dispongo a disfrutarlo).

Primero lo contextualizaré amigo lector, resulta que este jueves por la mañana se citó a una rueda de prensa en donde se llevaría a cabo la presentación de la tercera fecha de un serial, que a mi consideración es un gran semillero de futuros pilotos de talla internacional, me refiero a la Fórmula 4 misma que es avalada y totalmente respaldada por la Federación Internacional de Automovilismo.

En dicha presentación luego de dar (como en la mayoría de las ruedas de prensa) los datos más básicos imaginables sobre la realización del evento, tales como fecha y hora, cantidad de pilotos y demás generalidades, se llegó el momento de la sesión de preguntas y respuestas (momento mágico en donde todo, todo pero todo puede pasar) y es que luego de escuchar algunos cuestionamientos básicos y razonables, a uno de los "colegas" se le ocurre cuestionar sobre cuál era la diferencia entre la F1 y la F4, sacando así de onda (ya sabe que uno es muy decente al momento de decir las cosas) a los organizadores que se habrían quedado con cara de... "Hay que explicarle a nuestro amigo la diferencia entre categoría y categoría".

Y así fue, respuesta de menos de un minuto para dar paso a otro cuestionamiento, acto seguido risas a los lados, al fondo, aquí y acullá... y es cuando yo le digo amigo lector, la neta, la mera neta... es o no verdad que cuando uno pregunta sólo por preguntar,   uno puede aplicar perfectamente la tan consagrada frase "no pregunte por convivir" porque en vez de quedar como el héroe victorioso uno se queda más bien como... bueno ya se imaginará.

Como mínimo, y mire lo subrayo... como mínimo y por respeto a la profesión periodística, cuando se invita a una presentación lo mínimo es investigar, estudiar o documentarse de a qué clase de evento se acudirá a cubrir (para después no mal informar a la sociedad) si a mí me invitan a cubrir algún evento sobre los más recientes avances termonucleares, de entrada me quedo callado, pongo atención a lo expuesto y si tengo algo interesante que cuestionar lo hago y si no mire... calladito nos vemos, usted ya sabe.

Así que para la otra, no se aviente al vacio, piénsele bien y mire recuerde... "Preguntar y saber qué preguntar".  Así nos despedimos por el momento y después regresaremos a seguir rompiéndola.