Sábado 20 de Abril de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

ESPACIO DE REFLEXIÓN

Dr. Jaime Chalita Zarur | 23/02/2016 | 11:32

Las personas que vivimos en este País, parece que llegamos al límite de lo que ya no se soporta. Alzando la voz y reclamando, principalmente a quienes se benefician del trabajo de la inmensa mayoría de los mexicanos y son, los políticos que han abusado,  de la confianza que en ellos hemos depositado pero que, jamás han respondido a los intereses de su gente, de quienes los han llevado al poder, por mínimo que sea este. 

Una sociedad confrontada y dividida, pero también dominada por el materialismo en su clase política, representada quizá, por el 2% de la población en nuestro País que, tienen de todo y que se sustenta por la pobreza de más de 60 millones de personas que, no tienen nada o, casi nada, a quienes también, igual, les han robado la misma dignidad que no tiene estos entre políticos que además, carecen de moral.

Ha partido el Papa Francisco y ha dejado una estela de esperanza a los mexicanos, para que, quienes roban, abusan, maltratan y, explotan a los demás, compongan el camino. Ayúdate que Dios te ayudará, dice el proverbio popular. Nada vendrá de la voluntad de quienes gobiernan o, de quienes mediante la violencia impune, controlan todo o casi todo para solo desear el tener y querer más. Será sólo el ciudadano que se decida para hacer las cosas bien y no siendo copartícipe de la corrupción, exija una vida mejor en un marco legal de igualdad para todos.

Resulta increíble que la realidad que se vive por los comunes trabajadores, no es otra. No importa que todos los días veamos cómo se asesinan y ejecutan personas, con saña inaudita, no importa cómo aumentan los suicidios y en jóvenes más, no importa cómo la clase política, una vez pasado el primer trimestre de las administraciones, se peleen y escondan información a la población si y, solo si, les es conveniente a unos que esconden y a otros que la quieren descubrir. 

De todas formas las autoridades dicen que estamos mejor que nunca y que el Estado y la Ciudad van muy bien. 

Como cambia la perspectiva cuando se está del lado del ciudadano controlado por el temor y, aún así, arriesgamos el reclamo, para que los que están del lado administrativo en lo publicó, al enterarse de el, desmientan  los niveles de temor que los ciudadanos sienten y que, son diferentes a quienes con recursos públicos o, privados, contratan escoltas que los cuidan pero que, para la inmensa mayoría de la población, eso no está al alcance para los demás. Pero ¿Porque tendríamos que contratar escoltas que luego se convierten en prepotentes para poder hacer su trabajo, si la obligación de las autoridades es dar seguridad física y social a las personas?

Han quedado mal los políticos, como lo han hecho siempre, quedan a deber deudas interminables que ha nacido en la ideología de la Revolución Mexicana y que no terminan de pagarse. Es el caso que ahora a 116 años, en Noviembre, de este año, de este importante movimiento social, siguen las mismas necesidades sociales que dieron origen a este intento de cambio de rumbo. Los mismos de entonces y los mismos que faltan ahora: repartición de riqueza de nuestro País, vivienda, educación salud, trabajo, seguridad. Hoy la deuda está sin pagar.

Lo peor, es que, nos han vendido la idea que Mexico es un país pobre. Mentira, este es un gran País, solo en manos de unos cuantos que hasta la esperanza nos han quitado y han influido en nuestro Mexico para mantenerlo en la ignorancia, diciéndoles que no hay dinero y que somos del tercer mundo o cuarto, pero es mentira. México es un gran País y, rico, solo que nuestra riqueza está en unos cuantos.

Tampoco se trata de crear un gobierno paternalista o populista, que los hay por todos la dos para control electoral, pues los ciudadanos no queremos limosna. Se trata de de sumar honestidad en contra de la impunidad y no sólo para el crimen organizado, también en contra de los de cuello blanco. Oportunidad para todos y marco legal de igualdad para todos. 

No hubiésemos perdido a tantos jóvenes, muriéndose en las calles, si hubiesen tenido una oportunidad de progreso. Nada, la avaricia y el poder de ser y tener más y más, ha terminado con tantas esperanzas y causado tanto dolor que no termina, mientras la elegancia y opulencia en el sector oficial, tampoco termina. 

jaimechalita@yahoo.com

@jaimechalita