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Si tuviéramos que pensar en una tragedia potosina como tal, sin duda alguna es la que se suscribe al desarrollo urbano de la ciudad.  Ni siquiera la basura, la inseguridad, la falta de empleo, la carestía, la prostitución, que no dejan de ser  problemas importantes para esta entidad, provocan en varios ciudadanos, propios y extraños, esa sensación de tristeza. 

Cuando damos un vistazo al atrasó a la podredumbre, a el envejecimiento urbano, nos damos cuenta que el verdadero Némesis de San Luis Potosí, se llama desarrollo urbano.

Obediente a su raíz etimológica, Nemesis proviene de  “una antigua raíz indoeuropea que es nem o nom. La misma puede establecerse que se traduce como “asignar, distribuir”. Asimismo es importante subrayar el hecho de que al principio estaba vinculada a lo que era la justicia equitativa. http://definicion.de/nemesis/#ixzz3zi19UEHf .

Sin embargo más  allá de ser un concepto de significado lingüístico o semántico, el némesis potosino, como tal debiéramos entenderlo entonces como una parábola parecida a  la que exponen los comics americanos en donde “el Guasón o Joker” es el némesis de “Batman”, ese enemigo  que a veces parece superado, pero que siempre resurge para cobrar venganza de los soberbios, que sienten que ya han superado los problemas y los obstáculos… ahí es donde reaparece y nos confronta con la realidad.

La pobre infraestructura urbana y los bien intencionados pero aún insuficientes intentos por rescatarla, por “embellecer la ciudad”, se ven  todo el tiempo ensombrecidos por factores de malas inversiones, corrupción, “transas”, falta de seriedad o simplemente “el no es mi problema” cuando se trata de la ciudad de San Luis Potosí.

Algunos gobernadores, que han tenido la intención de mejorar la apariencia de nuestra ciudad, no solo por una situación estética, sino como parte de un crecimiento integral pensado en el mediano y largo plazo, se ven siempre superados al tenor del final de cada administración y la tradición siempre presente, de que todo lo anterior era del “otro” y no hay continuidad… por partido, por orgullo o por simple desdén gubernamental que funciona cada tres y seis años.

Y hoy sin duda San Luis Potosí, enfrenta en  esta materia uno de los episodios más duros, pues la inercia de no haber hecho nada durante años reaparece como ese némesis de querer hacer algo y no tener una idea concreta y franca de “por dónde empezar”.

Hoy se habla de embellecimiento de la ciudad, como uno de los compromisos más importantes de la administración federal, un compromiso firmado por el presidente de la república Enrique Peña Nieto, con San Luis Potosí, del cual todos conocimos una maqueta, y que al paso de las obras, pues, podemos dudar incluso que se concrete, aun en la administración que encabeza.

Un plan de movilidad, que sí…ahí está, sin embargo por una u otra circunstancia, no se ha podido aplicar, para poder hablar una política nueva de vialidad que desahogue el nudo en el que se ha convertido el centro histórico.

Administraciones van y vienen y todas hablan de la necesidad de que “ahora si” vamos hacer las cosas bien, y en otros casos los que se fueron no hicieron y lo que hicieron estuvo mal… el cuento de nunca acabar, propicio para el siempre resurgimiento de nuestro némesis, nuestro guasón que ríe de nuestros planes y objetivos, nuestra” kriptonita”, que se proyecta en la apatía de ver pasar la vida  sin decir nada, o simplemente, porque así son las cosas. En este caso la solución o el problema sin duda amigo lector, también somos usted y yo.

Hasta la próxima.