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Dr. Jaime Chalita Zarur | 01/02/2016 | 12:50
Que diminutos somos los eres humanos, los encumbrados, sienten que será para siempre, igual los desarraigados piensan, que están condenados a serlo siempre.
Parece un mal Nacional, en una "democracia moderna" y con los márgenes de "seguridad y rendición de cuentas", lo que vivimos. ¿Como es que los ciudadanos sean burlados de tal manera que en ocaciones, hasta peleamos por defender tal o cual color de preferencia política.?
En 1974 del informe Lalonde, de origen Canadiense, se plantea la inquietud de construir municipios saludables y que en 1984, cambia su nombre por el de ciudades saludables; pero es hasta 1997 cuando por decreto Nacional del ex presidente Ernesto Cedillo, se aplica en nuestro México.
Un programa noble, el de ciudad saludable que tenía como centro el desarrollo de los seres humanos, como actores sociales, identificando sus necesidades y de prioridades, de actividades encaminadas a su bienestar y calidad de vida, desde la localidad.
Escuela con bandera blanca, embarazo no deseado, control y prevención de diabetes e hipertensión, prevención de suicidio y, desde luego el Consejo contra las Adicciones en nuestro municipio, entre muchas otras cosas. Estos eran los programas preventivos a los que debería estar encaminado el trabajo de la comisión de Municipio o Cuidad saludable. El costo de un equipo de personas que realmente trabajaba día y noche, era de algo así como $37000 pesos mensuales para seis personas. Nada comparado con sueldos que se han llegado a pagar para una sola persona de $45000 pesos, sin resultados y, por ahora totalmente desdibujado.
Para 1997, el trabajo principal, era detectar y prevenir los temas de los que hablo. El más sentido, el de las drogas que se denunciaban, eran vendidas afuera de las escuelas, sobre todo en las secundarias. Esta situación fue denunciada por el suscrito, desde luego con el gran enojo de el ex gobernador Fernando Silva Nieto y, lo fue más cuando comente, que si se quería ver muertos en las calles, era solo cuestione de tiempo.
Se estableció una gran relación con los jóvenes de aquel entonces hoy perdida. Más de 17000 jóvenes de primaria, necesitan atención y es urgente, pues nuestroMunicipio ocupa el tercer lugar nacional, según la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas en Estudiantes. Drogas, social y legalmente, como el alcohol y el cigarro, se han convertido en un grave dolor de cabeza
San Luis Potosí, como cualquier municipio de nuestro México, vive no su vida, sino la de otras personas que por ganar elecciones, se sienten iluminados y piensan que no hay más perfección en la vida social que la de ellos emana.
Nobleza como el de este programa que, de vanguardia, había puesto a los actores sociales, como centro de su razón, fueron borrados, cuando menos en lo gris de sueldos que no dan resultados pues si eso fuera, otra sería nuestra fortuna.
Parece que la prevención en la vida social, es de ninguna importancia para los gobernantes; otra hubiese sido nuestra vida, posiblemente, no exentos de violencia, corrupción e impunidad pero, si con impactos mucho menores si se hubiese escuchado la voz de los ciudadanos.
Hasta cuando
@jaimechalita
