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A últimas fechas que se han puesto en evidencia, la serie de irregularidades que han surgido en torno a la administración pasada que encabezó Fernando Toranzo Fernández, la más sensible resulta sin duda, la que se cierne en el tema de procuración de justicia en San Luis Potosí.

Tras  haber sido materia del conocimiento público, que la PGJE tuvo que aceptar la recomendación emitida por la CNDH, en el caso Karla Póntigo, la joven edecán que falleció una noche de octubre del 2012 en el antro bar PLAY, bajo condiciones sospechosas, los ojos de la opinión pública están volteando a nuestra entidad, para investigaciones de corte periodístico sobre lo indolente que fue la administración anterior en materia de procuración de justicia, cuando se trató de homicidio de mujeres.

Con olor de algo que se antoja a putrefacción, la actual administración ha tenido que dar la cara, por los errores y las omisiones del anterior procurador de justicia, Miguel Ángel García Covarrubias, hoy con el caso de la mujer que fue privada de la vida por su marido en el municipio de Tamasopo en la Zona Huasteca, nos pone en la mirada de medios nacionales, por los argumentos que versan en el expediente de un  homicidio que se pudo prevenir, sin tan sólo le hubieran hecho caso  las autoridades locales porque su marido la golpeaba sistemáticamente y en la última ocasión en represalia por haberlo acusado, le quitó la vida cortándole el cuello.

En este espacio, el que esto escribe es padre de una mujer, ello como ingrediente que acelera el corazón, implica sin duda una expectativa mucho más alta a los escuetos resultados que se dan en materia de investigación y resultados en asesinatos de mujeres ya ahora tipificados y reconocidos como feminicidios, hoy San Luis Potosí, tiene nuevamente reflectores puestos por violencia de género, por la sombra de la impunidad, y la importancia de muchos padres,  hermanos, hijos, e hijas, que ven que las mujeres son asesinadas, y que la autoridad competente se mueve en una andadera o gatea en el mejor de los casos para la solución y la impartición de justicia en los expedientes de potosinas muertas violentamente.

El actual procurador de justicia Federico Garza Herrera, en un acto de integridad, al menos ha reconocido el cochinero con el que se ha desempeñado históricamente la procuración de justicia en San Luis Potosí, y como se ha desdeñado mucho el tema, por falta de conocimiento o “conciencia” cuando se trata de mujeres que son víctimas, pues ni siquiera se utilizaba en los procesos el factor feminicidio, como si la palabra no fuera más que un adorno lingüístico, sin ninguna otra implicación al homicidio común… hasta ese grado.

¿Qué es lo que hace falta en San Luis Potosí, para dejar de barrer la basura debajo de las alfombras de la administración y de las oficinas públicas, encargadas de hacer verdaderas investigaciones? Se suman ciudadanos potosinos a que no se deje de lado  y se pierda de vista que en San Luis Potosí, hay un alerta de género, que tanto Derechos Humanos  nivel nacional y local han puesto en evidencia la pazguatéz de muchos funcionarios y ministerios  públicos en los casos de feminicidio, y que no va a parar hasta que no se borre toda huella de impunidad, y seamos también responsables y consientes de la amenaza que se cierne sobre la mujer potosina, que es golpeada impunemente en sus propios hogares, que es acosada en las escuelas y en los trabajos, y que la violencia en ninguno de estos casos puede ser consentida ni vista como un producto cultural heredado, como si su ejercicio fuera una estigma de nuestra cultura universal y muy particularmente de nuestra característica mexicana.

No fácil ni mucho menos sencillo es el reto que ahora enfrentan autoridades que antojan realizar un cambio de cómo se han  venido dando las cosas, pues se han anunciado públicamente las medidas que adoptara la función pública para que San Luis Potosí, deje de estar en el mapa nacional: una de las entidades con más casos de muerte de mujeres bajo circunstancias de violencia, premeditación y gran crueldad ; con las que se cometieron más de un centenar de asesinatos en San Luis Potosí, que nunca fueron considerados feminicidios.

Mucho sin duda, no solo serán investigaciones que deriven en  maridos, novios, padres o desconocidos en la cárcel, pues ese no es  precisamente el escenario que se necesita ver… sin duda el mejor escenario es aquel que nos haga una sociedad que cuide a la mujer, y eduque a la familia en ese tenor.

 HASTA LA PROXIMA...