Editorial

El anuncio hecho por el director de Desarrollo Económico municipal, Gonzalo Benavente González, respecto a la llegada de otra armadora al estado, la estadunidense Ford Motors Company,  si bien alienta los ánimos potosinos sobre la creación, aunque sea a futuro, de nuevas fuentes de empleo, carece de la seriedad que una inversión de esta naturaleza requeriría.

Abre también interrogantes que es preciso esclarecer, porque los habitantes de la capital tunera han visto echar muchas campanas al viento sobre la llegada de millonarias inversiones que, luego de mucho especular, terminan asentándose en alguno de los estados vecinos.

Sin ir muy lejos, es oportuno recordar que la inversión de BMW que se encuentra en proceso de construcción de su planta en la zona industrial capitalina, estuvo a punto de perderse y el propio gobernador Fernando Toranzo debió tomar el control de las negociaciones y viajar a Alemania para concretar la inversión.

Pero esto ocurrió luego de que las inversiones de Mazda y Ferrero no lograron consolidarse a pesar de largas y costosas negociaciones.

Es de alabarse la disposición del ayuntamiento capitalino de coadyuvar en la atracción de capitales de esta magnitud, sin embargo el ámbito de su competencia es bastante más limitado de lo que los ciudadanos podemos creer, ya que atraer inversiones del tamaño de Ford Motors Company requiere la intervención directa de todos los niveles de gobierno: estatal, federal y municipal.

Estatal porque es el gobierno del estado el que tendría que hacer concesiones a los inversionistas sobre facilidades de acceso a la planta, comunicaciones, impuestos locales, y en general, de infraestructura.

Federal, porque son los incentivos fiscales los que, a final de cuentas, decidirán el ánimo de los inversionistas.

Faltaría ver también si esta armadora quedaría ubicada en territorio de la capital potosina, porque las armadoras que hoy están invirtiendo en San Luis Potosí se encuentran instaladas en territorio de Villa de Reyes.

SON 58 LOS REPROBADOS

La Auditoría Superior del Estado (ASE) entregó al Congreso local las observaciones no solventadas de las cuentas públicas del Ejercicio Fiscal 2014, de los 58 ayuntamientos potosinos.

En sesión de la Diputación Permanente se decidió que serán las comisiones de Gobernación, Justicia y Vigilancia las encargadas de analizar la documentación entregada por la ASE para determinar el procedimiento de responsabilidad administrativa a que haya lugar y, en su caso, las sanciones correspondientes.

Lo llamativo de esta acción es que el órgano fiscalizador presentó observaciones sin solventar de todos los ayuntamientos potosinos. Ninguno quedó a salvo.

Esto tendría que ser una llamada de atención para quienes se encargan de capacitar a los funcionarios municipales en el ejercicio de rendición de cuentas, porque evidentemente algo hicieron mal para que todos los ayuntamientos tuvieran fallas.

Francisco Javier Rosales Hernández