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Pumas vs. Cruz Azul, rivalidad de época

El Universal | 25/08/2012 | 08:32

Dicen que para clásicos, aparte de los cerillos, sólo el América-Guadalajara, es por eso que muchos niegan darle esta categoría al Pumas-Cruz Azul; mas lo que no se puede negar es que la rivalidad entre estas dos instituciones se ha vuelto muy importante, de época.

Todo tiene un inicio, y el antagonismo entre felinos y Cementeros vio la luz con dos finales disputadas. La primera, la de 1978-79, cuando los azules ganaron la serie; la segunda en 1980-81, cuando los auriazules tomaron desquite.

A partir de ahí nada fue igual; los juegos siempre tuvieron algo especial y la rivalidad se encarnizó, se volvió de época.

La gloria cementera

Cruz Azul, al mando de Nacho Trelles y con Miguel Marín como estandarte llega a la final del torneo 78-79, en busca de su sexto título.

“Recuerdo muy bien esos juegos”, dice Guillermo Mendizábal, El Wendy, férreo medio volante cementero quien jugó ambas finales.

“El juego de ida, en CU fue muy cerrado, con pocas opciones de gol y lo empatamos a cero goles”, añora.

Vino la hora de la verdad en el Estadio Azteca, “pero ahí nos vimos superiores. Ganamos 2-0 con goles de [Carlos] Jara Saguier y [Jorge] López Malo. No fue sencillo, Pumas tenía un equipazo; con nombrarte a Cabinho [Evanivaldo Castro] tienes, además de Hugo [Sánchez], [JJ] Muñante, pero la experiencia pudo más”.

La otra cara de la moneda la recuerda el también volante, pero este universitario, José Luis Pareja López.

“Fue nuestra era de oro”, recuerda El Pareja.

Esa final “era la segunda de cuatro que jugamos... ganamos dos”.

Aquel juego, “el de vuelta” lo tiene marcado en la memoria. “Tuvimos muchas llegadas, pero Marín estuvo espectacular, ellos eran una Máquina, sabían manejar los tiempos y sobre todo la contundencia. Esa fue la real diferencia”.

El desquite felino

Dos años después vino la venganza y fue muy dulce para los Pumas.

Ahora es José Luis López quien lleva la voz de la victoria.

“En el primer juego, que ahora fue en el Azteca, nos ganaron con gol de Adrián Camacho. Muchos pensaban, hasta los de Cruz Azul, que esto ya estaba cocinado, pero nosotros no. Recuerdo muy bien que al final del partido todos estábamos tranquilos en el vestidor, seguro que les daríamos la vuelta”, menciona el ahora director técnico en Tercera División.

La vuelta fue sólo de color auriazul, “no miento. En la charla previa dijimos que para asegurar el triunfo en el primer tiempo teníamos que marcar tres goles... y lo hicimos. Ganamos 4-1, sin reclamos. Fue una gran satisfacción coronarnos al fin en CU, ya que el primer título lo ganamos en el Azteca [en la 76-77], porque en la Universidad había huelga”.

El Wendy ahora habla del lado de los subcampeones. “Se vengaron y bien. Ganamos la ida, pero en la vuelta ellos arrasaron y hasta terminaron goleándonos”.

No es pretexto asegura, “después de 20 años no serviría, pero siento que para esa Liguilla llegamos desfondados. Veníamos de dos años de hacer giras por todos lados, sobre todo Europa. No hubo pretemporada completa, tanto viaje nos desgastó, no éramos los de siempre”.

—¿Dolió?

—Claro que duele cuando pierdes una final y más cuando ese título hubiera sido el tercero; hubiéramos completado la hazaña de ganar un segundo tricampeonato en menos de diez años. Pero eso, chamaco, ya es historia antigua.

¿Clásico?

Y la pregunta queda en el aire.

¿Es Pumas-Cruz Azul un clásico?

José Luis López refiere: “Pues el único clásico es el América-Chivas. Pero ante Cruz Azul siempre era especial. Quien no recuerda esa era de Muciño, Kalimán, Marín. Era una alegría verlos jugar. Fui un afortunado en enfrentar al final de esa generación y más ganarles... ¿Clásico? No lo sé, pero es una rivalidad de época“.

Guillermo Mendizábal también saca conclusiones: “No sé qué tiene que pasar para que a un juego le nombren clásico, pero ante Pumas te juegas la vida y es desde reservas. Para Cruz Azul jugar ante América, Chivas y Pumas siempre es importante, y la rivalidad la veo de época”.

Una rivalidad que comenzó hace más de 30 años, cuando felinos y Cementeros hicieron época.