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Virgen de la Soledad: belleza de rostro y alma

Paulina Bárcenas
Plano Informativo | 22/04/2011 |

Firme y fuerte  a pesar de su dolor de madre siempre se muestra, es elegante y a sus pies cuarenta hombres van cargándola con veneración cada Viernes Santo. Aunque su anda llega a pesar dos toneladas y media, hay quienes año con año no dudan en llevar sobre sus hombros la fe de muchos y mostrar al mundo orgullosos  la dama que  vive en el templo de El Carmen.

Es la Virgen de la Soledad, intermediaria para los milagros de cientos de devotos y madre de los toreros; en realidad madre para cualquiera que sufre y quiera encontrar consuelo y abrigo.

Esta virgen fue la primera imagen en incorporarse a la tradicional Procesión del Silencio y año con año va ganándose la fe de miles de files que vienen exclusivamente a verla a ella el día de este recorrido. De acuerdo a Tradiciones Potosinas, asociación civil encargada de la organización de este evento; son incontables las familias que vienen de otras entidades o países  para incorporarse al contingente de la Procesión en agradecimiento a algún favor obtenido.

Pero, ¿conoce usted cómo se realiza la preparación de esta imagen para el Viernes Santo?

Desde pocas semanas antes se va a elegir cuál de los cinco vestidos –algunos traídos de España y otros confeccionados por las madres capuchinas- elegantemente bordados lucirá. Una vez seleccionado el atuendo se verifica que se encuentre en perfectas condiciones y en caso de requerir un arreglo se le hace con anticipación.

De igual manera, se inspecciona en qué circunstancias se encuentra la virgen, cuya creación data de hace poco más de 120 años. En caso de que se necesite hacerle alguna reparación esta será hecha por gente especializada.

El Jueves Santo por la mañana se baja de su nicho y se traslada al camarín del templo de El Carmen, ahí ya se encuentra el anda que la llevará por las principales calles. En tanto a ella se le arreglan sus atuendos y se va preparando la base.

Sobre esta habrá que armar el palio, conformado por seis varas de latón y terciopelo bordado con fina pedrería. Luego de esto, la imagen se coloca en su base de alambrón la cual es fijada con tornillos al anda.

El siguiente paso es colocar la cauda a la virgen y su corona. Ambas deberán ir fijadas con alambre para evitar que el viento o algún movimiento brusco las tire. La cauda llevará una base de aluminio para evitar que se deforme por su propio peso.

Igualmente se va verificando la instalación eléctrica que ilumina el anda y se colocan las dos baterías que habrán de abastecer de energía el nicho en el que va la virgen.

Durante todo este proceso que hacen entre aproximadamente cinco u ocho personas, todo es silencio y devoción.

En entrevista, el próximo presidente de Tradiciones Potosinas, Ignacio Duque Vallejo, señaló que estos son momentos de mucha dedicación para que el resultado sea el esperado, además de que es una ceremonia que se realiza con todo el respeto debido. Cerca de las tres de la tarde se terminan estas actividades y se procede a dejar sola a la virgen para que comience su duelo. Algunas personas rezan por fuera del camarín un rosario y algunas oraciones para acompañarla en su dolor.

El Viernes Santo por la mañana se colocan los cuarenta cirios que llevará a sus pies la imagen, así como los diversos arreglos florales que decorarán el anda. Estos siempre llevan follaje y nube, las flores pueden variar dependiendo de la creatividad de las floristas. Algún año son crisantemos, otros gladiolas, orquídeas y una gran variedad.

Este día también le son colgadas algunas joyas regalo de sus fieles y que solamente luce durante la Procesión, como por ejemplo una pulsera de valiosa confección.

Con todos estos detalles la virgen quedó lista. A eso de las tres de la tarde un contingente de organizadores de la Procesión, políticos, empresarios e integrantes de ciertos sectores sociales entran al camarín a realizar una ofrenda y pedirle a la virgen favores pero sobre todo a refrendarle su fe.

El resto del día solamente algunas damas piadosas acompañan la imagen en su dolor por la muerte de su hijo. Al veinte para las ocho de la noche, el grupo de costaleros ya están cargando sobre sus hombros todo el peso del anda para llevarla a coronar esta tradición que si bien fue importada de España, los potosinos han adoptado como propia.

Cabe señalar que esta imagen tiene una altura de 1.80 metros y pesa aproximadamente cuarenta kilos. Es obra del escultor español Manuel Tolsa, su cuerpo es de fina madera y su rostro y manos de una composición especial de pasta.

Desde su creación, esta imagen siempre ha permanecido en el nicho central del templo carmelitano escuchando plegarias del pueblo potosino.

Sus milagros

Algunas de las cosas que más le solicitan a esta virgen son las cuestiones de salud. Muchas mujeres que no pueden concebir se encomiendan a ella. Existe el caso de una señora que llevó a su bebe de brazos justo un Jueves Santo cuando  preparaban a la virgen.

Uno de los encargados se encontraba arreglando la instalación eléctrica,  cuando la mujer le dio el bebe y le dijo que lo acercara por un rato a los brazos de la virgen mientras ella rezaba. Resulta que aquella mujer un año antes le había pedido lograr  ser madre con la promesa de llevarle a su hijo para que lo cargara.

De igual manera existen testimonios de gente que padecía algún tipo de cáncer y al encomendarse a la imagen  han logrado encontrar salud.

Un año se presentó un caso muy peculiar. Un poco tarde, uno de los costaleros llegó a tomar su lugar para participar en la Procesión, a todos les llamó la atención su aspecto, sin embargo en silencio se dispusieron a realizar el recorrido. Al término, el joven se quitó el traje y con asombro sus compañeros vieron que un policía lo esposó, lo subió a una patrulla y se lo llevó.

Él había hecho la promesa de cargar a la virgen si le concedía un milagro de salud pero se encontraba preso, sin embargo las autoridades le concedieron su deseo bajo la condicionante de un buen comportamiento y de que un custodio y elementos policiacos lo vigilaran.

La patrona de los toreros

Esta virgen fue desde principios del siglo pasado adoptada como la patrona de los toreros en San Luis Potosí, debido a la gran devoción que le tiene el gremio taurino en tierras españolas. Los toreros potosinos encabezados por don Fermín Rivera,  fueron quienes en 1954 sacaron por primera vez a la virgen a hacer un recorrido por las inmediaciones de la Alameda Juan Sarabia. Antes de esto, la imagen solamente recorría los pasillos del propio templo de El Carmen.

La primera ocasión que recorrió las calles iba a acompañada por los cargadores, un contingente de matadores y algunas damas de la Colonia Española; así como un grupo de padres carmelitas.

Es tanto el fervor y agradecimiento que le tienen los toreros a esta virgen que su corona es una réplica de la Virgen de la Macarena y fue un regalo de don Fermín Rivera y su familia. La corona es de plata bañada en oro y únicamente la luce el Viernes Santo.

La daga que lleva bajo su brazo izquierdo es de considerable valor y también fue regalo de algunos diestros al igual que las cuatro lágrimas que lleva en la cara, las cuales son auténticos diamantes.

Aunque no reveló nombres, el entrevistado señaló que todos estos regalos son en agradecimiento a importantes favores que los toreros han recibido de la virgen.

De igual manera, el Viernes Santo se le coloca en el vestido  un escapulario de plata si al siguiente día se habrá de realizar una novillada o de oro si será corrida de toros. Este escapulario será para el triunfador del cartel.

Asimismo, la tradición es que  quienes van a participar en el espectáculo taurino del Sábado de Gloria acompañen a la virgen en su recorrido por las principales calles de San Luis. Algunos toreros van con el atuendo de la cofradía y otros más enfundados en el traje de luces.

Al pie de la virgen durante la Procesión, es usual que vayan capotes, espadas, fotos, trajes de luces y diversos accesorios de los toreros que se encomiendan a ella. Incluso un año en la cauda llevó un capote de paseo.

Algunas dinastías como los Silveti, Rivera y Santos -por citar unas- son muy devotas de participar en el recorrido año con año.

Objeto de leyenda

Muchas generaciones en nuestro estado han escuchado la leyenda de “La loca Zulley”, una historia en la que se vincula a su protagonista con la virgen de la Soledad, al mencionar que quien posó como modelo para que el escultor Manuel Tolsa creara la imagen religiosa fue precisamente la señorita Claudia Zulley.

De acuerdo a la cultura popular, en nuestro estado Claudia era una joven cuya impresionante  belleza de rostro la llevo a ser la modelo perfecta para plasmar la cara de la virgen de la Soledad. Cuenta la leyenda que el escultor era amigo de su mamá y que de esta forma fue que la conoció.

Para entonces ella estaba comprometida con un hombre llamado Rodolfo, quien le había dado un anillo con piedra de acerina sobre oro blanco. Se dice que cuando Claudia le comentó a su prometido las intenciones del escultor, éste le respondió que era algo ilógico debido a que ella siempre estaba acompañada y sobre todo, lo tenía a él que tanto la amaba.

Ella respondió  que no se trataba de esculpir sus sentimientos, sino su cara. Así pues la obra comenzó y la belleza de Claudia quedo perpetuada en la imagen religiosa.

El prometido de Claudia la dejo plantada en el altar y ella se volvió loca y se quedo sola, sin embargo nunca perdió su elegancia al vestir ni se quitó el anillo que Rodolfo le regaló. Murió ya de avanzada edad y fue sepultada en el cementerio “El Tecuhan”, el cual fue demolido en la década de los 70´s para edificar una institución educativa.

Se dice que un joyero que había acudido a las exhumaciones para ver si encontraba alguna pieza interesante se topó con el anillo de Zulley, y como le debía un favor a la virgen de la Soledad fue a llevárselo.

Algunos cuentan que el anillo luce en las manos de la virgen, otros que está a sus pies. Sin embargo, ambas teorías fueron desechadas por la gente de Tradiciones Potosinas, quienes aseguran que no se trata de la misma imagen y que esta virgen no puede llevar anillos en sus manos por la confección de las mismas.