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11:21 Mujeres profesionistas impulsan a jóvenes

El Universal | 09/03/2011 |

La doctora Vivianne Solís Weiss les dice a los estudiantes en cada conferencia que si se deciden a entrar a las ciencias, ingresarán a un lugar en donde explorarán, física y mentalmente, lugares donde nunca nadie ha ido, y esa es la idea: irnos al conocimiento e irnos más allá de las fronteras de lo conocido.

La bióloga marina asegura que su mayor satisfacción y reto como investigadora es lograr que cada estudiante que pase por su laboratorio mejore en su calidad de vida.

"Poder ayudar a que México progrese un poco y, en particular, tengo el caso de una chica y un chico que, por haber pasado por mi laboratorio, y se hizo mucho esfuerzo para que se quedaran ahí, uno que se había ido de mojado a Estados Unidos estaba en la pizca de jitomate, y regresó, estudió y ahora es un investigador de alto nivel en la Universidad de Veracruz.

"Y la otra, su familia quería que fuera cajera de supermercado; la pudimos mantener en el laboratorio y ahora fue subrectora de una universidad e hizo una maestría en ingeniería ambiental, después de pasar por mi laboratorio", dijo en entrevista con esta casa editorial.

La oceanógrafa cuenta que fue una de las pioneras en el área en México, pero que gracias al apoyo de su familia y pareja, así como del trato igualitario de sus colegas y de la Universidad Nacional Autónoma de México, logró un desarrollo profesional pleno.

"Éramos poquísimas en Oceanografía o Astronomía, que es una demanda de tiempo más allá de la normal cuando una quiere tener familia.

Muchas veces me tocó en los comités y comisiones que mis colegas hombres eran o amables, se ha colaborado en un plan igualitario entre mujeres y hombres, yo eso le reconozco a la Universidad, que nos trata igual.

"Así como yo lo hago en los barcos, hacer el mismo trabajo que los compañeros, queremos que sean compañeros no que haya una diferencia de géneros tengo una respuesta muy positiva de mis colegas hombres y me la he pasado muy bien. Creo que el trato es mejor a lo que he observado en Estados Unidos; la actitud de los hombres en México es más cordial que la actitud de los científicos hacia las científicas", narró.

La investigadora del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM formó la mayor base de datos de poliquetos de México que existe en el mundo luego de largos años de estudio, muestreos y recopilación científica.

Además sus estudios ayudaron a que se creara la primera ley de protección al manglar y es la primera mujer latinoamericana en viajar en el submarino Alvin -vehículo sumergible de investigación oceanográfica- a más de dos mil metros de profundidad.

También fue la primera investigadora jefe de crucero en México en 1985 en los buques de investigación El puma y Justo Sierra, de la UNAM y en 1997 organizó y encabezó la histórica expedición científica mexicano-francesa a la isla Clipperton, que marcó el retorno oficial de los mexicanos después de 80 años a este atolón en disputa geopolítica.

Vivianne Solís cuenta que nunca vio dificultades para desarrollarse en la ciencia, aunque acepta que no siempre les sucede a otras colegas.

"Yo nunca vi dificultades en ese sentido porque mi marido me ayudó y estimuló, igual que mi suegro y mi familia también ayudaban cuando tenía que salir por cuestiones de trabajo porque como oceanógrafa yo lo que tenía era salir al mar y de la ciudad de México el mar más cercano está a 500 km.

"Cuando ya teníamos barcos oceanográficos fui por mucho tiempo quien tuvo más experiencia, quien navegó más -en su carrera cuenta con más de 40 expediciones en altamar- fui la primera investigadora mujer en cruceros luego me tocó dirigir los cruceros, mucho tiempo lo pasé en el mar en los barcos y los tiempos que yo tenía que ir como investigadora los planeaba más o menos, dependiendo el clima.

"Tenía tanto apoyo con mi mamá a ayudar cuando los niños eran muy chiquitos, y mi esposo daba su tiempo, estuviera yo o no, entonces el rol fue fácil de llevar y por otro lado en la UNAM el apoyo es inigualable", contó.

Sin embargo, la doctora asegura que su experiencia no es la regla y que a algunas mujeres se les puede dificultar.

"Yo lo que observo es un papel un poco más apagado de la mujer que el hombre por cuestiones familiares, pero mi vivencia es igualitaria, lo veo cada vez más en las mujeres, he estimulado a las mujeres que me han tocado como estudiantes como participantes de los cruceros.

Lo importante, destacó, es que se ofrezcan las mismas oportunidades para alcanzar logros iguales, de ahí la relevancia del apoyo a la ciencia y de la participación de más mujeres.

"Sí, es necesario en primer lugar porque la mujer yo respeto los estilos de vida de cada quién, pero no por eso la que tenga ganas de ser matemática o astrónoma u oceanógrafa deba ser cohibida por el hecho de ser mujer, puede llevar una vida plena como mujer en el sentido que quiera con o sin familia a la vez que se desarrolle como científica. México se va a beneficiar mucho cuando haya más científicas".